Un vuelo de Tropic Air, que cubría la ruta Corozal-San Pedro, vivió un momento de terror en Belice. Este jueves, un pasajero estadounidense, Akinyela Sawa Taylor, secuestró la avioneta con un cuchillo. Hirió a dos pasajeros y a un miembro de la tripulación.

La situación se volvió caótica cuando otro pasajero, armado y con licencia, disparó contra el secuestrador. Este ataque resultó en la muerte de Taylor, pero también dejó gravemente herido al pasajero que disparó. La aeronave logró aterrizar en el Aeropuerto Internacional Philip S. W. Goldson, gracias a la valentía del piloto.
La aerolínea Tropic Air emitió un comunicado elogiando la actuación heroica del piloto. “Actuó con extraordinaria valentía y calma”, destacó la empresa. Chester Williams, comisario de la Policía de Belice, aseguró que la situación está bajo control.
El Departamento de Estado de EE.UU. expresó su agradecimiento por la resolución del incidente sin más víctimas. Sin embargo, este suceso plantea interrogantes sobre el comportamiento de algunos ciudadanos estadounidenses en el extranjero.
La violencia y el miedo no deberían ser parte de la experiencia de viaje. La historia de Belice podría ser un recordatorio de la importancia de la responsabilidad y el respeto en el extranjero.

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