Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum reaccionó con firmeza ante el escándalo que rodea a Milei, calificando la situación de “sumamente grave” en caso de confirmarse. La mandataria enfatizó que, de ser cierto, no solo se trataría de un fraude, sino también de un evidente conflicto de interés, dada la supuesta promoción de intereses privados por parte de un jefe de Estado.
Sheinbaum subrayó la importancia de la separación entre el poder político y el económico como un principio esencial de su gobierno. “Los gobiernos están para servir al pueblo”, expresó, diferenciando claramente las funciones del sector público de las de la iniciativa privada, a la cual señaló como legítima en la búsqueda de ganancias, siempre y cuando se promueva la responsabilidad social.
Ante la pregunta de cómo evitar este tipo de escándalos en México, Sheinbaum fue categórica: “No meterse”. La mandataria reafirmó su visión de que el sector privado debe mantenerse separado del servicio público, dejando claro que cualquier intervención que desdibuje estos límites constituye una violación de principios éticos y democráticos.
El tema sigue en desarrollo, y se espera que surjan nuevas informaciones en los próximos días. La postura de la presidenta refleja un compromiso claro con la integridad del servicio público y el combate a la corrupción.
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