El día de hoy, la Casa Blanca formalizó la imposición de aranceles a exportaciones de México, Canadá y China. La medida, que entrará en vigor el 4 de febrero, establece un arancel del 25% para la mayoría de los productos canadienses y un 10% para la energía exportada desde Canadá.
Ante este escenario, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, expresó su firme postura contra la decisión y anunció que su gobierno tomará represalias económicas. “Estados Unidos ha confirmado su intención de imponer estos aranceles y, aunque no queríamos esto, Canadá está preparado”, declaró en la plataforma X.
Trudeau informó que ya ha mantenido reuniones con los primeros ministros de las provincias y con su gabinete para evaluar las opciones de respuesta. Además, adelantó que sostendrá una conversación con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, con quien busca coordinar una estrategia común.
Trudeau anunció que su gobierno aplicará la misma medida a los productos estadounidenses, advirtiendo sobre el impacto económico que esto generará.
“Si atacan a Canadá, afectarán a sus negocios”, enfatizó el mandatario canadiense, detallando que la decisión afectará a 150 millones de productos que se exportan a Estados Unidos y representará una pérdida de 30 billones de dólares.
México también responde a la medida arancelaria
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, también condenó la decisión de Washington, calificándola de “guerra comercial contra Norteamérica” y de una violación flagrante del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), cuya revisión está programada para 2026.
Sheinbaum instruyó al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, a diseñar un plan de contingencia comercial que proteja los intereses económicos de México. En respuesta, se prevé la aplicación de medidas espejo, que podrían afectar las exportaciones estadounidenses al país.
A la par de la crisis comercial, la Casa Blanca ha señalado a México por supuestas “alianzas con el crimen organizado”, lo que ha sido rechazado categóricamente por Sheinbaum, quien denunció las acusaciones como una estrategia de presión política.
Además, la mandataria propuso la instalación de una mesa de trabajo bilateral con el gobierno de Trump, con el objetivo de discutir temas de seguridad y salud pública, y encontrar soluciones conjuntas para los desafíos que enfrenta la región.
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