Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció sobre el reciente desencuentro público entre el senador Adán Augusto López y el diputado Ricardo Monreal. En un tono conciliador, Sheinbaum aseguró que ambos legisladores comprenden la importancia del movimiento de transformación y que las diferencias entre ellos no deben trascender a un conflicto mayor.
“Ellos tienen claro lo que significa el movimiento y la transformación. Este malentendido tiene que resolverse”, afirmó la mandataria al ser cuestionada por los medios.
Sobre el origen de la polémica, Sheinbaum señaló que un tema de recursos no debería ser motivo de discusión pública. Insistió en que “hay unidad” dentro del movimiento y que, si existen denuncias, estas deben presentarse a través de las vías correspondientes. “No necesitan que sea un asunto público. Los dos saben que lo más importante es el movimiento de transformación”, agregó.
Ante una pregunta directa sobre si se trataba de un caso de corrupción o austeridad, Sheinbaum evitó hacer conjeturas y dejó la responsabilidad en los propios legisladores: “Tendrán que explicar ellos. Es un tema de ocho columnas. Si tienen algo que denunciar, que se denuncie”.
La presidenta también aprovechó el momento para recordar a los diputados y senadores su responsabilidad con el pueblo que los eligió. Sheinbaum hizo un llamado para que los legisladores regresen a sus territorios y estén más cerca de las necesidades de la ciudadanía. Resaltó que, en un corto periodo, se han aprobado 18 reformas constitucionales, un logro que atribuyó al esfuerzo conjunto, pero insistió en que el contacto directo con la población debe ser una prioridad.
“Que nunca se les olvide quién los eligió. Su responsabilidad es con el pueblo, no con otros diputados. Mi llamado es que regresen a sus territorios, que no permanezcan tanto tiempo en la Cámara, porque ahí es donde van a escuchar las necesidades del pueblo”, expresó.
En un tono más reflexivo, Sheinbaum advirtió sobre el riesgo de alejarse de las bases sociales. Para ilustrarlo, recurrió a un conocido dicho: “Se suben a un ladrillo y se marean”. Y añadió con humor una anécdota de un funcionario que le dijo: “No, no se suben a un ladrillo, se suben al papel de su nombramiento”.
Con estas declaraciones, Sheinbaum reafirmó su postura como líder del movimiento de transformación, apelando a la unidad y al compromiso con las causas sociales, dejando en claro que los malentendidos entre los legisladores no deben desviarlos del objetivo colectivo.
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