Las participaciones federales, recursos que el Gobierno de México transfiere a los estados y municipios, tendrán en 2025 un aumento histórico, alcanzando 1.34 billones de pesos, lo que representa un incremento real del 1.8 por ciento respecto al presupuesto aprobado para 2024. Así lo detalla el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Durante su comparecencia ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, el titular de la dependencia, Rogelio Ramírez de la O, destacó que estos recursos son auditables y se transfieren de manera transparente, siguiendo fórmulas matemáticas establecidas en la ley. “No hay discrecionalidad en la transferencia de participaciones o aportaciones, tienen calendarios de pagos definidos y públicos”, afirmó.
Las participaciones federales constituyen el principal componente del gasto federalizado, representando el 50.9 por ciento del total propuesto para 2025. Estos recursos son ejercidos libremente por las autoridades locales para la provisión de bienes y servicios, en contraste con las aportaciones, que están etiquetadas para fines específicos como salud y educación.
En cuanto a los subsidios, se prevé un crecimiento significativo del 36.1 por ciento, impulsado principalmente por la creación del programa Apoyo federal para pago de adeudos de suministro de energía eléctrica, que contará con 4 mil 700 millones de pesos. Por otro lado, el Fondo de Estabilización de Ingresos de Entidades Federativas espera ingresos de mil 790.5 millones de pesos, apenas un 0.7 por ciento más que en 2024, y aún por debajo de los niveles registrados antes de la pandemia.
Sin embargo, las aportaciones federales tendrán una disminución del 4.6 por ciento en 2025, debido a la reforma de la Ley de Coordinación Fiscal, que transfiere parte de los recursos del Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud al programa IMSS-Bienestar. Esta reducción, del 42.5 por ciento en dicho fondo, afectará principalmente los recursos destinados a infraestructura médica y al pago de servicios del personal sanitario en los estados.
Ramírez de la O también subrayó los avances en la recaudación subnacional, que incluye impuestos estatales como el predial y los derechos por agua. Esta recaudación alcanzó el 1.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2025, una cifra que evidencia el fortalecimiento de las capacidades fiscales locales.
Con un gasto federalizado total proyectado en 2.63 billones de pesos, equivalente al 7.3 por ciento del PIB, el presupuesto para 2025 reafirma el compromiso de garantizar certeza jurídica en la asignación de recursos, mientras se incentiva a las entidades federativas a fortalecer sus ingresos propios.
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