Con un discurso emotivo y cargado de urgencia, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, dio inicio formal a la Cumbre del G20 en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro. El evento reúne a líderes de las principales economías del mundo, junto con representantes de la Unión Africana y la Unión Europea, para abordar temas cruciales como el hambre, la sostenibilidad y la reforma de la gobernanza global.
“Sean bienvenidos a la Cumbre del G20, en Río de Janeiro”, expresó Lula ante un salón lleno de mandatarios, destacando la dualidad que caracteriza tanto a la ciudad como a América Latina: belleza natural y creatividad, pero también profundas desigualdades sociales.
El hambre como una herida de la humanidad
Lula centró su discurso en la crisis alimentaria global, calificándola como “el símbolo máximo de nuestra tragedia colectiva”. Según datos citados por el mandatario, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) proyecta que 733 millones de personas vivirán desnutridas en 2024, una cifra alarmante equivalente a las poblaciones combinadas de Brasil, México, Alemania, Reino Unido, Sudáfrica y Canadá.
En un mundo que produce 6 mil millones de toneladas de alimentos al año, Lula cuestionó cómo es posible que tal abundancia coexista con la pobreza extrema. “Esta herida avergüenza a la humanidad”, afirmó el presidente, señalando que mientras la producción de alimentos es suficiente para toda la población mundial, se destinan 2,4 billones de dólares anuales al armamento, perpetuando las desigualdades globales.
Crítica a la desigualdad y un llamado a la responsabilidad del G20
El G20, que representa el 85% del PIB mundial, fue señalado por Lula como un grupo con la responsabilidad histórica de liderar el cambio. “El hambre y las desigualdades no son inevitables, son el resultado de decisiones políticas equivocadas”, subrayó, al tiempo que instó a sus colegas a priorizar las políticas que promuevan el desarrollo sostenible, la equidad económica y la erradicación de la pobreza.
El presidente también vinculó estas problemáticas con la creciente brecha entre ricos y pobres, destacando que las soluciones deben ser globales y coordinadas.
Un evento clave con participación global
La Cumbre del G20 cuenta con la asistencia de importantes líderes mundiales como Gustavo Petro (Colombia), Claudia Sheinbaum (México), Joe Biden (Estados Unidos), Xi Jinping (China) y Emmanuel Macron (Francia). Rusia, por su parte, está representada por su ministro de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, ante la ausencia de Vladímir Putin.
Las sesiones de mañana se enfocarán en temas como el desarrollo sostenible y la transición energética, áreas clave para el futuro del planeta. La Cumbre concluirá con la entrega de la presidencia rotatoria del G20 a Sudáfrica, marcando el inicio de un nuevo capítulo en la colaboración internacional.
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