En la conferencia matutina, Miguel Elorza Vásquez, en su sección Detector de Mentiras, desmintió la campaña de noticias falsas lanzada en los últimos días que sugiere que México avanza hacia una dictadura. Según Elorza, esta narrativa ha sido impulsada por figuras de la derecha, entre ellos el expresidente Ernesto Zedillo, quien desde Estados Unidos reaparece en la escena pública como crítico del gobierno actual.
En su reciente artículo en el Washington Post, Zedillo afirmó que sus reformas de 1994 lograron un Poder Judicial independiente en México. No obstante, Elorza recordó que en aquel año Zedillo impulsó una reestructuración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) mediante decretos y reformas constitucionales que, según críticos de la época como el columnista Raimundo Riva Palacio, representaron una concentración de poder similar a la de un golpe de Estado técnico. Al reformar la SCJN, Zedillo removió a los 26 ministros en funciones para designar, en acuerdo con el PRI y el PAN, a 11 nuevos jueces. Esto, afirma Elorza, significó una intervención directa del Ejecutivo sobre el Poder Judicial, dejando de lado la independencia y autonomía de la SCJN, cuyos jueces no objetaron las políticas económicas de su gobierno.
También se destacaron las consecuencias sociales y económicas de las políticas de Zedillo, particularmente el rescate bancario del Fondo de Protección al Ahorro (FOBAPROA), que en 1995 convirtió en deuda pública los compromisos privados de los bancos. Esta medida, aprobada por el PRI y el PAN, se tradujo en una carga financiera para México, alcanzando actualmente 1.1 billones de pesos, lo que representa un peso significativo en la deuda pública interna. Además, Zedillo se ha presentado como artífice de la recuperación económica de 1995, mientras que en su mandato, según cifras oficiales, el país experimentó un incremento notable en los niveles de pobreza y desempleo, dejando un saldo de más de 14 millones de personas en situación de pobreza.
Otro aspecto mencionado fueron las políticas de privatización llevadas a cabo durante el gobierno de Zedillo, cuando se concedieron a empresas privadas sectores estratégicos como puertos, aeropuertos, minas y gas. Estas privatizaciones beneficiaron a diversas empresas privadas, incluida una ferroviaria que posteriormente integró a Zedillo en su consejo de administración fue un claro ejemplo de la “puerta giratoria” entre el poder público y los intereses privados. Zedillo, añadió Elorza, no solo promovió las privatizaciones, sino que se benefició personalmente de estas decisiones.
Finalmente, recordaron dos trágicos eventos ocurridos durante el mandato de Zedillo: las masacres de Aguas Blancas en 1995 y Acteal en 1997. En ambos casos, campesinos e indígenas resultaron víctimas de la violencia policial y paramilitar, sin que el gobierno de Zedillo promoviera una justicia efectiva. Las víctimas de Acteal, en particular, fueron indígenas tzotziles que murieron en un ataque perpetrado por paramilitares en Chiapas. Pese a la gravedad de estos hechos, el Estado fue exonerado de compensar a algunos detenidos que pasaron años en prisión.
Esta sección concluyó su intervención criticando la figura de Zedillo como “guía moral” de una derecha que, afirmó, permanece desconectada de la mayoría de los mexicanos.
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