La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, dio inicio al Gran Desfile de Día de Muertos, uno de los eventos más esperados en la capital, que partió desde La Puerta de los Leones en Chapultepec hasta el Zócalo. En su intervención, Brugada destacó la importancia de esta celebración, que no solo recuerda a los difuntos sino también festeja su regreso anual, una tradición ancestral que mantiene viva la conexión entre la vida y la muerte en México.
Con más de 6,000 participantes y 70 contingentes, el desfile celebra la diversidad y riqueza cultural del país, incluyendo carros alegóricos dedicados a grandes figuras mexicanas, como la escritora Rosario Castellanos, el pintor David Alfaro Siqueiros y la cantante Lucha Reyes. Clara Brugada, acompañada de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, ofreció una cálida bienvenida a las personas que visitan la ciudad, recordando que el Día de Muertos es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
“Esta gran ciudad, abierta al mundo y hermana de grandes capitales, los recibe con los brazos abiertos en esta fiesta de luz y color”, expresó Brugada. Destacó que esta celebración, llena de cempasúchil, papel picado, copal y pan de muerto, no solo rinde homenaje a los muertos, sino que reafirma la identidad cultural de México y el trabajo de miles de artesanos, artistas y representantes de pueblos originarios que colaboran para hacer posible el desfile.
Desde temprano, miles de personas se congregaron a lo largo de Paseo de la Reforma para asegurar un lugar privilegiado y disfrutar de este espectáculo que representa, en palabras de Brugada, “el regreso de las ánimas desde el Mictlán”. El evento, que ilumina la ciudad y convierte plazas en ofrendas vivas, marca el inicio de una festividad llena de simbolismo y significado, reafirmando el espíritu de la Cuarta Transformación en preservar y promover las tradiciones que son símbolo de orgullo nacional.
Comentarios