Si bien han transcurrido más de tres meses desde las elecciones nacionales, quienes se oponen al régimen de la Cuarta Transformación siguen anclados en ese momento. La resistencia a aceptar los resultados y el nuevo rumbo político del país refleja una falta de visión y de propuestas concretas por parte de la oposición.
Hace más de una semana que el presidente Andrés Manuel López Obrador abandonó Palacio Nacional, pero el discurso de los medios afines a la derecha sigue estancado en su figura. En lugar de enfocarse en la nueva administración o en los retos que enfrenta el país, persisten en atacar al expresidente como si aún estuviera en el cargo.
Hace unos días, el vocero de la derecha, Ciro Gómez Leyva, afirmó que AMLO nunca pisaría Estados Unidos por temor a ser detenido. Sin embargo, ignora que el expresidente no tiene interés en abandonar el país, demostrando, como siempre, su desconexión con la realidad y su tendencia a construir narrativas vacías.
A diferencia de la mayoría de exmandatarios, Andrés Manuel López Obrador no se exilió en otro país. Su principal carta de presentación es el respaldo popular que ha cultivado durante su gestión. Basta con observar cómo el pueblo lo recibió en su trayecto al recinto legislativo o cómo sus vecinos de Tlalpan le agradecieron por todo lo que hizo. AMLO no necesita irse, porque su legado y trabajo lo respaldan en cualquier rincón de México.
En el mismo programa, se sumó el líder del Cártel Inmobiliario en Benito Juárez, el exalcalde y excandidato a la Jefatura de Gobierno, Santiago Taboada. Con su comportamiento arrogante, resumió por qué la oposición no funciona: está más preocupada por defender sus privilegios que por ofrecer una alternativa viable al país.
El panista aseguraba que “la oposición está para criticar, levantar la voz y no dejar que el régimen haga nada”, y con esto sentenció su estrategia: decir no por el simple hecho de oponerse. ¿En serio creen que esa es la fórmula para ganarse a la población? ¿Cuándo fue que la crítica vacía se convirtió en el único argumento de la derecha?
Una verdadera oposición no solo critica, sino que también propone. Una oposición fuerte analiza los errores del gobierno, plantea soluciones y construye consensos con la ciudadanía. No se trata de bloquear por bloquear, sino de aprovechar los desaciertos del régimen para presentar un camino alternativo que represente los intereses de la mayoría.
La razón por la cual la oposición en México está perdida es clara: no tienen un proyecto de nación. No escuchan a la gente, no buscan acuerdos y, lo que es peor, actúan solo para proteger sus propios intereses. Es en esa desconexión donde han fracasado, y seguirán fracasando si no cambian su enfoque.
El futuro de México no está en el estancamiento ideológico ni en el enfrentamiento constante. Está en las propuestas, en las soluciones, y en la construcción de un diálogo genuino que incluya a todos los sectores del país. Sin ese cambio, la oposición solo será un eco lejano de un pasado que el pueblo ya ha dejado atrás.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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