En un contexto de creciente demanda habitacional, Edna Elena Vega Rangel, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU), presentó durante la conferencia matutina un panorama detallado de la situación de la vivienda en México. Actualmente, el país enfrenta un déficit de 8.9 millones de viviendas en rezago habitacional, y se espera que para 2025 se necesiten 2.8 millones de viviendas nuevas. La proyección para 2030 es aún más alarmante: 6.6 millones de hogares requerirán una vivienda adecuada, según estimaciones del gobierno.
El Programa Nacional de Vivienda: Respuesta integral a la crisis habitacional
Para hacer frente a este reto, el gobierno ha implementado el Programa Nacional de Vivienda y Regularización, con el objetivo de construir un millón de viviendas nuevas, priorizando a mujeres jefas de familia, jóvenes, adultos mayores y pueblos indígenas. Esta iniciativa también busca mitigar el rezago en la tenencia de la tierra mediante la entrega de un millón de escrituras. La distribución de las viviendas seguirá criterios regionales: el sur del país recibirá 325,000 viviendas, mientras que el norte tendrá una asignación de 206,800. La región centro y centro-norte también recibirán importantes aportes de 239,400 y 228,800 viviendas, respectivamente.
El programa también contempla un ambicioso plan para mejorar y ampliar 450,000 viviendas en zonas prioritarias, con alto índice de marginación. Con una inversión total estimada en 600 mil millones de pesos, este proyecto generará 6.1 millones de empleos directos y 9.2 millones de empleos indirectos, beneficiando a las regiones más vulnerables del país.
Acceso a vivienda para poblaciones vulnerables y no derechohabientes
Uno de los aspectos más destacados del programa es el enfoque en la población no derechohabiente, que tradicionalmente ha quedado fuera de los esquemas de vivienda pública. Para estos sectores, se construirán 500,000 viviendas nuevas con una inversión de 285 mil millones de pesos, y se mejorarán 300,000 viviendas adicionales. Este esfuerzo estará apoyado por Financiera Para el Bienestar (Finabien), que será la entidad encargada de dispersar los recursos para este programa a través de sus 1,700 sucursales en todo el país.
El programa también contempla un esquema innovador de vivienda en renta con opción a compra, especialmente dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años. Estas viviendas estarán situadas en unidades habitacionales cercanas a centros educativos e industriales, ofreciendo alquileres que no rebasen el 30% del ingreso de los jóvenes trabajadores o, en el caso de estudiantes, ajustados mediante un estudio socioeconómico.
Esfuerzos de regularización de la tenencia de la tierra
Otro pilar clave del Programa Nacional de Vivienda y Regularización es la escrituración de un millón de viviendas para 2025. Este proceso será liderado por instituciones como el Instituto Nacional del Suelo Sustentable (Insus), FOVISSSTE e Infonavit, que trabajarán en conjunto para entregar más de 700,000 escrituras en los próximos años, comenzando en el Estado de México.
Este programa no solo busca mitigar el rezago habitacional y atender las necesidades de la creciente población, sino también brindar seguridad jurídica a las familias mexicanas. La regularización de la tenencia de la tierra es una pieza fundamental en la estrategia del gobierno para reducir la desigualdad y mejorar la calidad de vida en las comunidades más vulnerables.
Una apuesta por el futuro habitacional de México
El Programa Nacional de Vivienda y Regularización representa un esfuerzo integral del gobierno mexicano para hacer frente a la crisis habitacional. Con un enfoque en la población vulnerable y no derechohabiente, y con una fuerte inversión pública, este plan aspira a mejorar el acceso a la vivienda digna y segura para millones de mexicanos. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de coordinar esfuerzos entre los distintos niveles de gobierno y asegurar que los recursos lleguen a quienes más lo necesitan.
Comentarios