Según el reporte de Grandes Poderes 2024 de Ray Dalio, multimillonario gestor de fondos de cobertura y filántropo estadounidense, México es uno de los países más felices del mundo, específicamente ocupa el tercer lugar de una lista de 24 países geopolíticamente relevantes.
El reporte también provee información sobre fortaleza interna del país, salud y otras variables importantes para los inversionistas más allá de las cifras estrictamente macroeconómicas y de mercado.
El resultado ha llamado la atención porque, si bien hay mucha literatura con relación al tema de la felicidad, no hay un consenso único (incluso filosóficamente hablando) de qué significa realmente ser feliz. En los rankings y mediciones tradicionales, la felicidad cualitativa tiene una interpretación subjetiva y se relaciona con aspectos como niveles de satisfacción personal, relaciones sociales, entorno familiar y visión de la vida, entre otros; mientras que la felicidad cuantitativa está ligada a métricas objetivas de bienestar como salud, acceso a servicios y poder adquisitivo, sin embargo, en la metodología de Ray Dalio llaman la atención dos variables que quizás expliquen el resultado -y sentir actual de muchos mexicanos- de este ranking: esperanza en el porvenir y satisfacción con los liderazgos políticos actuales, lo cual, evidentemente, tiene que ver con AMLO y la 4T.
La sensación que deja AMLO después de su sexenio es que realmente ha ocurrido un cambio para bien, que la gente hoy vive mejor que antes, que ha triunfado el pueblo y que el futuro de México es esperanzador con la continuidad de Claudia Sheinbaum.
En un modelo capitalista donde el dinero condiciona casi todo, la mayoría de mexicanos aumentaron sus ingresos por los programas sociales, las políticas laborales implementadas, el aumento de remesas, el cobro efectivo de impuestos y la austeridad republicana que se refleja en más recursos para el pueblo; pero no solo es cuestión de dinero, sino de empoderamiento donde las personas realmente sienten que su voz y voto realmente cuentan.
Y es que AMLO no solo fue un gobernante efectivo a nivel de políticas públicas, sino que, como líder, encarna y representa al dirigente popular más importante de la historia de México.
Es cierto que hay muchos retos y problemas que enfrentar, pero, hoy por hoy, parte de la felicidad que los mexicanos tienen en su día a día se relaciona con la lucha que AMLO emprendió y de la cual fuimos testigos a través de diferentes medios. El tik tok que ve la señora mientras compra el mandado, la publicación de Facebook que ve el señor mientras se dirige a su trabajo, el post de X que ve el estudiante en su escuela, el programa de radio que escucha la familia mientras cena o la mismísima mañanera que millones siguieron en vivo en horas de la mañana.
Sí, AMLO y su gobierno generaron esperanza y felicidad en millones de mexicanos, y eso se refleja en un ranking donde países como Suiza, Australia, Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia, España y otros del llamado mundo desarrollado puntuaron menos para sorpresa de muchos, pero un ultra neoliberal como Ray Dalio no pretende satisfacer egos chairos, sino generar información útil para los inversionistas.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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