En su conferencia matutina de este jueves, el presidente Andrés Manuel López Obrador sorprendió al leer un fragmento de la última página de su libro “¡Gracias!”, donde ofreció disculpas a sus adversarios políticos y mostró un tono más conciliador en la recta final de su sexenio.
“Ofrezco a mis adversarios sinceras disculpas; nunca pensé en hacerle daño a ninguna persona y me retiro sin odiar a nadie”, leyó el mandatario.
Asimismo,en el fragmento menciona que, si en algún momento se expresó con dureza o radicalismo, lo hizo siempre con el fin de alcanzar lo que él define como “la bella utopía, el sublime ideal de amor al prójimo”. Estas palabras parecen cerrar un ciclo de confrontación con diversos sectores políticos, marcando un tono de despedida en su último año al frente del Gobierno.
Recuerdos de sus inicios: “Así empecé y así termino”
En un momento de nostalgia, López Obrador mostró una fotografía inédita de 1988, en la que se le ve recorriendo los pueblos chontales de Tabasco como candidato a la gubernatura de ese estado.
“Así comenzamos, trabajando en las comunidades indígenas. Ahí aprendí a trabajar para los pobres, y me siento muy orgulloso de que así empecé y así termino”, destacó el presidente. La imagen es un recordatorio de sus raíces políticas y su conexión con los sectores más marginados de la sociedad, con quienes asegura haber mantenido un compromiso a lo largo de su vida pública.
“Soy producto del apoyo del pueblo”
López Obrador también aprovechó la oportunidad para agradecer al pueblo mexicano, reconociendo que sin su apoyo no hubiera alcanzado la presidencia ni enfrentado los momentos más difíciles de su trayectoria.
“Soy producto del apoyo del pueblo, no lo hubiera podido lograr sin su respaldo, incluso en los momentos más complicados,” subrayó. Añadió que la alegría de la gente ha sido su “bálsamo” en momentos de adversidad, especialmente cuando enfrentó lo que él describe como campañas de propaganda en su contra. “Me dieron por muerto, políticamente hablando,” recordó el presidente, señalando que su conexión con el pueblo ha sido su principal fortaleza.
En un tono más íntimo, López Obrador compartió una anécdota personal sobre sus primeros años de vida política. Recordó que en aquellos tiempos viajó en tren a Palenque con una caja de huevos como maleta, un testimonio de los humildes inicios de su trayectoria.
“Me formé en una época excepcional de las Ciencias Sociales,” destacó, señalando que esos años marcaron su visión política y su enfoque hacia los más necesitados.
Con estas reflexiones, López Obrador va trazando el cierre de su mandato, no sin antes reafirmar su cercanía con el pueblo y su compromiso de haber luchado por los más desfavorecidos a lo largo de su carrera política.
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