Muchos temas y poco tiempo y energía. Los juegos olímpicos continúan alrededor de un río muy contaminado, con fuerte dominio chino y estadounidense, pero sin rusos y con el cinismo del COI, porque sancionó a Rusia y al equipo de Netanyahu no. No quiero darle el nombre de Israel, porque esa nación no está representada por el sionismo genocida. Los judíos son mucho más humanos.
El ambiente latinoamericano está enrarecido, por decir lo menos. Unos, los golpistas, conservadores que están sometidos al imperio, presionan diciendo que se cometió un fraude en Venezuela, otros más progresistas no aceptan esa versión, pero tampoco apoyan el proceso y se ven temerosos de la reacción yanqui. La coyuntura es muy delicada y hay muy poco margen de acción y el discurso tiene que ser neutral pero comprometido con la verdad y la democracia. En cambio, al interior de Venezuela el Pueblo fortalece a su régimen. Las calles, a pesar de la violencia desatada por la derecha, se visten de rojo en señal de apoyo al movimiento socialista venezolano. Veremos.
Dicho lo anterior, me muevo libre al tema de la transición y la entrega del Poder Presidencial, de Andrés Manuel a Claudia, formalmente es pacífico y la derecha solo hace berrinches y rabietas y continúa llenando de mentiras a los medios tratando de tergiversar la verdad.
Enfocan Chiapas y no observan Guanajuato, mienten y tratan de que otros mientan, pero les falta entender que ya nadie les cree.
Otra porción de la derecha que se asume humanista defiende un esquema de acumulación de riqueza lucrando con la salud y se atreve a proponer la sustitución del Estado por “donativos” en vez de impuestos, lo que reduciría los recursos del gobierno para su indispensable quehacer y pretende poner al poder privado como benefactor altruista candidato al Premio Nobel de la Paz, pero tremendo evasor de impuestos y negociante sin escrúpulos que se enriquece a partir de la ineficacia del sistema de salud, que no acaba de estar completo.
Triste realidad de los derechohabientes de los sistemas de seguridad social y salud que pagamos los trabajadores vía cuotas, participaciones de la patronal y del gobierno, que también son producto del trabajo. Citas con especialistas 6 meses después de la inicial, falta de medicamentos, agravamiento del paciente, muerte que pudo evitarse, pena, dolor, ira y desesperación. Eso es lo que vivimos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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