¿Alguna vez te has preguntado qué será de ti durante tu vejez? Eso parecería un eslogan de alguna empresa de Afore; no obstante, es una pregunta muy seria.
México poco a poco ha aumentado su porcentaje de vejez. Un ejemplo de ello es que en 1950 había 5 personas adultas mayores por cada 100, mientras que en 2021 la cifra llegó a 12 adultos mayores por cada 100, y para 2050, 23 de cada 100 personas serán adultos mayores.
Sumado a que nuestro país es número uno en mortalidad por enfermedades que deterioran el cuerpo humano, como la diabetes, hipertensión y obesidad, se vaticina un futuro incierto para los que lleguemos a adultos mayores.
Es por ello que los gobiernos deben dar prioridad a impulsar los sistemas públicos de cuidados, los cuales están consagrados al menos en la constitución de la Ciudad de México, una capital que aumenta de manera importante su población adulta.
El cuidado de la vejez es un tema que debe ser tomado muy en serio, principalmente porque es una etapa a la que todos llegaremos. Es necesario fomentar políticas económicas que permitan una vejez digna, sin preocupaciones monetarias, con pensiones adecuadas y no negocios como las Afores.
Es cierto, mucho se ha avanzado con las políticas del humanismo mexicano, impulsadas por nuestro actual Presidente, Andrés Manuel López Obrador, e incluso se vislumbra un rayo de esperanza con la llegada de Claudia Sheinbaum y sus propuestas de mejorar el ingreso familiar y el aumento salarial, así como la reforma de pensiones.
En la Ciudad de México, también se espera que los cuidados a las personas adultas se consagren si la construcción de las UTOPÍAS planteadas por la Jefa de Gobierno electa, Clara Brugada, logra su cometido.
De cumplir su compromiso la ex alcaldesa de Iztapalapa, miles de ancianas y ancianos tendremos en un futuro estancias de calidad, apoyo psicológico, rehabilitación, hidroterapias y acceso a alimentación digna, como ya ocurre en la alcaldía que gobernó, con el impulso de sus UTOPÍAS.
Sin embargo, es importante estar atentos, luchar por los derechos de todas y todos, cuidar a nuestros abuelos y generar espacios de calidad para ellos porque, al final de cuentas, como nos vemos se vieron y como los vemos nos veremos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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