La izquierda y la ultraderecha chocan en Venezuela y no precisamente a causa de las próximas elecciones del próximo 28 de julio, donde el partido oficial tiene la mayoría de la intención del voto contra una derecha que a pesar de su alianza no garantiza competencia, sino porque la sorpresa ante la realidad de ese país impacta a todos.
Venezuela ha sido mostrado como sucursal del infierno. Desde los medios convencionales se le coloca como la consecuencia del comunismo, como destino inevitable del triunfo electoral de la izquierda, con la imaginativa falta de libertades; sin embargo, la verdad ha mostrado a los observadores electorales y, sobre todo, a los periodistas de otros países, la sorpresa que les ocasiona el impacto de la verdad.
Un ejemplo de que les estalló en la cara la realidad de Venezuela es la impresión que muestran los periodistas argentinos, conmovidos hasta las lágrimas, quienes vienen de un país donde la ultraderecha ganó las elecciones y llevó al poder a un alucinado Javier Milei. Los reporteros que vienen de un país donde los supermercados tienen los estantes vacíos de víveres, y todo tipo de mercancías; ahí, la pobreza llega a miles de argentinos de la noche a la mañana, con una inflación superior a la de cualquier otro país de América Latina, llegan y ven las tiendas con víveres, gente comprando, construcción de edificios, libertades y gente feliz, lista para poder reelegir al partido que representa Nicolás Maduro.
En días pasados cinco alcaldes de la oposición del estado de Trujillo se declararon en favor de la candidatura de Nicolás Maduro.
A pesar de este golpe de verdad ningún candidato venezolano ha dicho que si no votan por ellos estarían igual que en Argentina, donde peor no pueden estar. Hay que recordar que, tanto a senadora panista Téllez, como la candidata de la oposición en México, se alegraron por la victoria de Milei. Esta última, mostrando su acostumbrada sapiencia en geopolítica, dijo: “¡En Latinoamérica soplan vientos para mejorar a nuestros países! El pueblo argentino le puso un alto al mal gobierno y los malos resultados. Mi reconocimiento por esta histórica jornada electoral. Felicitaciones al presidente electo”.
Ante la imparable debacle económica en la que Milei sumió a Argentina hay una desbandada de decenas de empresas de ese país hacia México, donde ven garantizadas sus inversiones y las que menos facturan son 2.5 millones de dólares al año.
Los mitos de los medios convencionales, principalmente las cadenas de televisión se niegan a llamar elecciones al proceso comicial de Venezuela, donde la oposición encontró candidato al cuarto para las doce y no pudo aglutinar una coalición competitiva. En total serán 10 candidatos por la Presidencia de la República Bolivariana, proceso electoral que será la prueba de fuego para los medios convencionales que no desperdician momento para anunciar a Venezuela como la antesala del infierno.
Recientemente las medidas contra Venezuela de Estados Unidos se flexibilizaron precisamente ante la verificación de una realidad de la que nadie quiere hablar y cuyos intereses convirtieron, ante la vista de todo el mundo, el periodismo en consigna anticomunista como sucedió en los años 50 del siglo pasado.
Si el oficialismo triunfa en las elecciones, a pesar del anunciado mensaje de los medios y la insistencia de la derecha que se trata de una elección de Estado, se desmoronará la última imagen que le queda a la derecha latinoamericana para señalar el peligro de un comunismo que dejó de existir hace más de 30 años, pero que siguen aprovechando a pesar de que ellos fueron quienes colocaron un mito frágil que ya no resiste más propaganda.
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