La obsesión que ahora tiene el candidato de la oposición a la gubernatura de Veracruz, Pepe Yunes, por rechazar la competencia de Rocío Nahle, por el simple hecho de no haber nacido en la entidad, debió iniciar en 2000, cuando había terminado su mandato como Presidente municipal de Perote, que es la única elección que ha ganado en las urnas. En ese momento guardó silencio. Ahora pega el grito en el cielo porque su contrincante es de Zacatecas y no de Veracruz. Sabe que va a perder ante ella y quiere descalificarla.
En ese año Carlos Salinas envió la iniciativa de ley para que Fox, hijo de padre y madre extranjeros, pudiera ser Presidente de la República. La febril ansiedad que le produce este tipo de trampas a Pepe Yunes, no le afectó en ese entonces.
La redacción del artículo 82 de la constitución preveía que hubiera intereses poco nacionalistas en los hijos de extranjeros, debían nacer los padres del Presidente en México, no bastaba ser naturalizados.
La reforma que llevaba seis años en la congeladora para permitir que Fox fuera presidente fue aprobada el 31 de diciembre de 1999. Aunque en la clase política se advertía una ilegalidad, encaminada a la venta del país señalado: “Soberanía constituyente que fue violentada a capricho y voluntad de un grupo político con perfil de antinacionales, que se encaminaron a favorecer interés ajenos a los de la sociedad en su conjunto, y que pusieron y siguen poniendo en peligro a la Nación, ya que permite que acceda al poder público vía el Poder Ejecutivo, a cualquier mexicano sin arraigo, sin raíces, sin pasado fundado, y sustentado fuera del seno de una familia mexicana en su totalidad, mismo que no podría con la convicción necesaria, alzar como bandera el amor a la patria, a la nación y velar por su bienestar”.
Yunes nunca fue capaz de mostrar sin con un gesto su inconformidad, pero que no sea un mexicano o mexicana porque entonces ponen el grito en el cielo como si Zacatecas perteneciera a otro planeta.
Fox trabajó más para la Coca cola que para México durante su mandato y tal vez en estas posturas fue donde Pepe Yunes se identificó con Fox, no sólo su poco amor a México sino su traición a la patria.
Según confesión jurada de Emilio Lozoya, Pepe Yunes tomó un maletín lleno de dinero para votar a favor de las reformas estructurales de Peña Nieto. Debió saturar de denuncias las fiscalías estatales y federal contra su contrincante para tener algo que decir en los debates, donde la imaginación en las acusaciones supera la lógica y la legalidad.
La incongruencia acompaña la vida política del hombrecillo llamado Huevos Tibios, por lo blandengue de su carácter, quien se aprovecha de que la mayoría de la gente no sabe leer todavía las encuestas para afirmar que está empatado con su contrincante y le creen. La verdad es muy distinta de ahí su desesperación y guerra sucia.
En el segundo debate hacia la gubernatura de Veracruz, el candidato de Movimiento Ciudadano, Polo Deschamps, responsabilizó a Pepe Yunes de ser quien orquesta la campaña de desprestigio contra Rocío Nahle al invitarlo a formar parte de la guerra sucia, por lo que comentó Polo: ”Sí existe el clan Yunes y se han dedicado todas las campañas a golpear a opositores políticos, hace algunos meses se acercaron conmigo también para golpear a Rocío Nahle, esa es la realidad, porque él es débil, siempre lo ha sido, tan débil que no fue al debate del XEU”.
La actitud de Yunes demuestra que los priístas seguirán siendo siempre la misma basura corrupta que les identifica desde hace varios años. Una evidencia más de esto es el hecho que desde tres semanas antes de que se lleve a cabo la jornada electoral, los abogados de Miguel Ángel Yunes Lunares, prepara la impugnación del triunfo de Rocío Nahle. Saben que van a perder pero el fraude electoral sigue siendo una práctica común entre sus dirigentes.
En su mediocre campaña Pepe Yunes ni siquiera visitó la mitad de los municipios, de por sí es desconocido y quienes lo conocen lo repudian porque saben quién es. Redujo al máximo sus espacios de proselitismo a ciudades grandes y espacios cerrados para no ensuciarse los zapatos, lo cual alteró su percepción de la realidad.
Su suerte la colocó en los debates, no esperaba que la delicadeza que caracteriza a su contrincante terminara por derrumbarlo exhibiendo públicamente lo que todo Veracruz sabía: sus dos mujeres, a una de ellas la esconde, Brenda Ibarra, y a sus hijas gemelas las desconoce.
La exdiputada Karime Aguilera Guzmán, aseguró que Yunes tiene una mansión en Punta Tiburón, Veracruz, donde viven su segunda pareja y sus hijos. La acusación que no pudo desmentir lo dejó en la lona durante el debate.
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