En el escenario electoral mexicano, una encuesta reciente realizada por Massive Caller ha destacado al situar a Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, como la favorita para ganar la presidencia del país. Según el estudio, Gálvez lidera con amplia ventaja, una posición que ninguna otra encuestadora ha replicado hasta el momento.
Este exclusivo respaldo de Massive Caller a Gálvez ha generado dudas y críticas entre expertos y analistas políticos. Leo Zuckermann, periodista y analista de encuestas, expresó en N+ su escepticismo sobre la metodología de Massive Caller, mencionando una tasa de rechazo promedio del 95% en sus encuestas, lo que plantea preguntas sobre la precisión y confiabilidad de sus datos.
Aunado a esto, en un vídeo, difundido por los periodistas Amir Ibrahim y Manuel Pedrero, Gálvez confiesa que “Cualquiera que le pagué a Massive Caller sale primero en sus encuestas”.
A pesar de la controversia, Massive Caller sitúa a Gálvez a la cabeza con un considerable margen sobre sus competidores, en contraste con la encuesta de encuestas de Oraculus, que coloca a Claudia Sheinbaum en primer lugar con el 58% de las preferencias, frente al 35% de Gálvez y el 8% de Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano.
El foco de las sospechas se intensificó después de que se revelara que Massive Caller no figura en el registro de proveedores de Xóchitl Gálvez con operaciones superiores a 500 UMAs, aunque Gálvez ha sido vinculada con la encuestadora en comentarios anteriores sobre la compra de resultados favorables.
La firma de encuestas, con sede en Nuevo León y registrada como MASSIVE CALLER S.A. DE C.V., es conocida por su trabajo en publicidad y gestión de negocios comerciales, pero su implicación en la política ha sido motivo de debate. La legitimidad de sus encuestas ha sido cuestionada especialmente tras la difusión de videos donde Gálvez insinúa que los resultados de Massive Caller pueden ser influenciados por pagos.
La fiscalización de la campaña de Gálvez ante el Instituto Nacional Electoral (INE) muestra gastos significativos en redes sociales y publicidad en internet, aunque sin evidencias directas de pagos a Massive Caller. A medida que la fecha electoral se acerca, el escrutinio sobre la relación entre Gálvez y Massive Caller y la validez de sus pronósticos es probable que intensifique, poniendo en juego la credibilidad de la encuestadora y la transparencia de la campaña de Gálvez.
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