6 de abril de 2024. El Centro Histórico de la Ciudad de México es historia viva. La gente que camina parece no advertir que, desde lo alto, la Torre Latinoamericana observa los palacios neoclásicos o eclécticos: el de Bellas Artes, el de Minería, la Quinta Casa de Correos. Justamente a un costado del emblemático rascacielos construido en 1956 se presenta este sábado el libro de mi amigo, una obra que es mucho más de lo que piensa uno de sus presentadores, H., un intelectual algo conocido que se dice de izquierda y que reduce a su mínima expresión la obra que presenta. El libro tiene 600 páginas que incluyen artículos, ensayos, textos estupendamente escritos acerca del arte, la pintura, la literatura, la política, la historia de México… Una frase ahí incluida –a mi juicio, errónea– señala que el obradorismo es “la fase superior del priismo”, y ello ha dado pie a que el sujeto cuyo nombre no vale la pena mencionar comience a emitir una serie de descalificaciones de estos más de cinco años del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Ya antes, durante sus veinte minutos de participación –que, estoy seguro, alargó bastante–, había estado hablando de él mismo, luego de él mismo y más adelante de él mismo: que si es un sobreviviente del 68, que si conoció a José Revueltas, a quien iba a visitar a Lecumberri, que si esto, que si lo otro… Después, no tuvo empacho en contradecir algunos datos que el autor profiere en sus textos. “No –decía–, el primer impresor en la Nueva España no fue Juan Pablos, sino…”. Etcétera.
Luego, habló de unos puntos buenos del libro, el cual seguramente no leyó, pues solo acertó en decir algo así como “qué bueno que incluiste a Judith Reyes, la gran cantante tamaulipeca”. “Y a Revueltas”. Etcétera. Ningún argumento. Nada.
Entonces, la frase aquella sobre el obradorismo le permitió “lucirse”:
“Este gobierno dijo que primero los pobres, pero con la 4T los ricos han ganado más dinero que nunca”. (Claro que no importa que se haya sacado a nueve millones de personas de la pobreza. Eso es lo de menos).
“No puede ser que una persona quiera que todos pensemos igual que él”. (AMLO ha dicho muchas veces que es muy bueno que haya distintas formas de pensar porque eso hace la democracia).
“El presidente habló muy mal de las mujeres que marcharon un ocho de marzo”. (No dio mayor contexto; tampoco dijo que no ha habido un gabinete con más mujeres que el que él preside).
“Está bien lo de las pensiones para adultos mayores, pero es con nuestros impuestos…”. (Sin duda cobra los tres mil pesotes al mes que ningún otro gobierno le hubiera dado, así provengan de nuestros impuestos).
Después habló de la política de “abrazos, no balazos” (sin entender que se trata solo de una frase descriptiva que significa, en dos palabras, “no a la guerra”). Escupió algo sobre las medicinas y los niños con cáncer, los libros de texto (uf).
El hombre seguía y seguía hasta que un bendito camión de la basura con la radio encendida, escandaloso, apagó su voz (y no sé por qué no se lo llevó a él). No resistí y dije fuerte: “Para que no ande hablando mal del Peje”. No me oyó, pero varias miradas cómplices se rieron de él conmigo.
Terminó hablando de la militarización (pero nada dijo de Calderón o Peña y mucho menos de la construcción de aeropuertos y trenes a cargo de los ingenieros militares).
Por respeto a mi amigo, no tomé la palabra.
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Valentina, una niña que vive en Guadalupe Victoria, Oaxaca, descubre que su padre ha muerto y debe reaprender la vida sin él; entonces, comienza por conocer su lengua: el mixteco. Valentina o la serenidad, segundo largometraje de Ángeles Cruz, fue apoyado por el Programa de Fomento al Cine Mexicano, mejor conocido como Focine. Es uno de tantos, pues hasta 2023 se había superado en 26 % el apoyo al cine de los sexenios anteriores. Se han producido más películas que nunca: 522 películas mexicanas con apoyo del gobierno federal.
Decir que se está destruyendo el cine y la cultura es una mentira más de los conservadores. Ahora se hace cine en 31 lenguas indígenas y centroamericanas. Ahora hay dos nuevas cinetecas: la de las Artes y, a punto de abrir sus puertas, la de Chapultepec; el nuevo canal Mx Nuestro Cine 22.2, y la plataforma digital FilminLatino.
Dice Alejandra Frausto, la secretaria de Cultura: “En México, la cultura dejó de ser privilegio de unos para ejercerse como un derecho de todos”.
El proyecto Chapultepec, Naturaleza y Cultura es un espacio público para el arte y la naturaleza. Se han recuperado museos, así como el patrimonio histórico y arqueológico. El Complejo Cultural Los Pinos es ahora un espacio para la cultura que ha recibido a más de 10 millones de visitantes.
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15 de enero de 2024. El presidente está en Chichén Itzá. “La boca del pozo de los brujos del agua” es, según la Unesco, patrimonio de la humanidad.
“México, si no es la potencia cultural más importante del mundo, está entre las más importantes”. Emocionado, afirma que la gran reserva de valores culturales y morales ha salvado al país de circunstancias muy difíciles.
“Esta es la prueba fehaciente –no hace falta ninguna prueba documental– del esplendor civilizatorio de las culturas prehispánicas y de lo que hemos heredado los mexicanos”.
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Alejandra Frausto concluye: “Uno de los propósitos del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue transformar la cultura en un derecho, que la cultura se sintiera cercana a la gente, que no se sintiera como un proceso de élite o privilegios […]. Eso es parte de lo que hemos trabajado cada día, ir incrementando la posibilidad de que la mayoría acceda a la cultura, para reconocer sus propias raíces culturales como parte fundamental del desarrollo de las comunidades y de los pueblos. Eso nos ha colocado en un lugar muy importante en el mundo”.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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