El 30 de octubre de 1938, noche de Halloween de ese año, el extraordinario actor y a la postre director de cine Orson Welles junto con su grupo de teatro, transmitieron a través de la radio, medio que estaba en boga en ese entonces, la narración del legendario libro de H. G. Wells, La Guerra de los Mundos, un libro de ciencia ficción que nos cuenta sobre la invasión extraterrestre a la tierra.
La narración fue tan real que generó entre sus oyentes un pánico generalizado, sembró miedo, terror, pavor; o mejor dicho, lo que la audiencia escuchó los llevó a un nivel de paroxismo y de miedo que no podían razonar en que lo que escuchaban era una narración, pura ciencia ficción.
Para la época, la radio, siendo uno de los medios de comunicación masivo, (el otro medio era el tiraje de los periódicos de la época) marcó un hito en la historia de las comunicaciones al lograr hacer que millones de personas se desquiciaran ante lo que escuchaban y que no les dejaba lugar a dudas que el planeta estaba siendo objeto de una invasión sin precedentes.
No puedo imaginar lo que la audiencia, sin estar al tanto de lo que habían explicado al inicio del programa, que lo que escuchaba era solamente una narración y al sintonizar tardíamente la radio, experimentara una psicosis al saber que el planeta estaba siendo invadido y no tendrían escapatoria a ninguna parte, generando una psicosis colectiva por el terror psicológico que les estaba provocando el saber que el planeta entero estaba siendo arrasado por el enemigo exterior…aunque no lo tuvieran a la vista ni lograran comprobar lo que, según la transmisión radial, les estaba “informando” o estaban escuchando.
Así, el manejo de aquel medio de comunicación que puso a miles y miles de cabeza por un “suceso” que NO estaba sucediendo y que sin embargo, los aterró y los movilizó y así, por muy increíble que parezca, inauguramos la era de las fake news sin redes (las poderosas redes) que ahora, como en aquel tiempo, hicieron uso de uno de los sentimientos más peligrosos para generar psicosis, el miedo como arma de destrucción masiva.
Traigo a colación esta anécdota de la vida real para emparejarla con la reciente “Marcha por la Democracia”, donde la gente que acudió a dicha marcha es gente que muchas veces se “informa” a través de los noticieros con los “monstruos” (literal porque así se comportan, como monstruos infames, viles y miserables) o medios afines, y a fuerza de estar escuchando un día sí y otro también que nuestra DEMOCRACIA está en “peligro”, llegaron a la concentración, llenos de coraje, odio y rabia, justo lo que transmiten por el medio que usted desee pero lo que transmiten es eso, odio, irracional odio contra un enemigo que no ven pero que tienen la seguridad que existe y a diferencia de aquel miedo que lograron provocar por la transmisión de la obra de H. G. Wells, ahora hay demasiado odio.
Los medios masivos de desinformación, de manipulación, “monstruos de las noticias”, tienen a sus audiencias cautivas con ese odio a flor de piel y, a diferencia de aquel entonces donde Orson Welles sembró el miedo y el terror, ahora han sembrado odio, desprecio, rencor, racismo, clasismo e incertidumbre ante el dictador, un invasor y dictador que no ven porque no existe pero creen tenerlo enfrente, que les va a arrebatar la paz, la tranquilidad y la libertad además de estar en peligro su “propiedad privada” que van a perder, muestra de ello las consignas que gritaban a todo pulmón con un odio exacerbado: ¡Narcopresidente! ¡Fuera AMLO! ¡Viva la democracia! ¡Fuera la dictadura! ¡Con la democracia NO!
No tienen idea , ni tantita idea (o ya no les interesa saber) lo que significó el periodo del verdadero régimen dictatorial del PRIAN, donde esos a los que ahora acompañaron en su marcha “ciudadana”, sí, los gobiernos del PRIAN sí desaparecían a periodistas, luchadores sociales, defensores de derechos humanos, activistas, luchadores de izquierda, opositores de ideologías, realizaban fraudes electorales, etc. etc. pero ahora, de tanto bombardeo con aquello que el dictadorzuelo quiere aferrarse al poder, tomar todas las instituciones “independientes”, desaparecerlas o manejarlas a su antojo, ahora vimos a miles y miles (en honor a la verdad) que traen una realidad muy diferente, por decir lo menos, muy distorsionada de la “dictadura” en la que estamos viviendo, muy opuesto a la realidad que tenemos.
Y a diferencia de aquel momento de la narración a través del único medio que había y que puso a Estados Unidos en una locura de pánico, ahora los ciudadanos pueden informarse por todos los medios que tienen al alcance para analizar, escoger, comparar, dilucidar, confrontar como para dejar que los tengan malinformados y asustados con el coco del dictador y que la democracia o está muriendo o está desapareciendo o, algo peor, el extraterrestre de Andrés Manuel la quiere capturar para él solito.
Por eso, la verdad más que dar miedo, da pena ajena ver a tanta gente desinformada y malinformada. Que no entienden los cambios que se están dando en nuestra nación y que siguen con una prensa que, tras haber perdido millone$ y millone$$$$ de privilegios, ahora esa prensa no informa, ni expone, ni aclara, muy al contrario, distorsiona, malinforma y siembra odio, mucho odio y rencor y ahí los vemos en sus marchas bien defensores de la democracia, llenos de odio pero defendiendo a la democracia.
Disgregando
Sólo para recordar, un día como hoy, hace un año exactamente encontraron culpable a Genaro García Luna de los cinco delitos que se le imputaron:
- Participar en una empresa criminal continua.
- Conspiración internacional para la distribución de cocaína.
- Conspiración de distribución y posesión de cocaína.
- Conspiración de importación de cocaína.
- Dar una declaración falsa ante la autoridad migratoria.
Nada más para recordar… y como van las cosas, a ver con qué sorpresa nos salen.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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