En la primera mitad de 1863 había algo llamado “La Asamblea de Notables” conformada por 235 personas que, buscando el tipo de gobierno que querían para la nación, votó por la monarquía moderada, hereditaria, con un príncipe católico ofreciéndosela (la monarquía) a Maximiliano de Habsburgo, Archiduque de Austria1.
El 3 de octubre de 1863 el grupo de “notables” encabezados por José María Gutiérrez de Estrada acudieron al Castillo de Miramar en Trieste Italia, lugar de residencia del Archiduque y de su esposa la emperatriz Carlota Amalia, para ofrecerle ya en firme la corona, el “trono” de México, en lo que en nuestra historia sería conocido como “El Segundo Imperio”2, deseando tener para la República Mexicana un gobierno monárquico y por consiguiente ser ¡súbditos y lacayos de una corona imperial!
El 10 de abril de 1864, después de varios meses de negociaciones, se celebró la llamada Convención de Miramar donde Napoleón III se comprometía a prestar a Maximiliano ayuda militar hasta 1867, año en el que pensaba y creía que el Imperio Mexicano ya estaría bien afincado y tendría una armada propia, debidamente organizada para que se retiraran las tropas francesas que acompañaron a Maximiliano, las cuales, el naciente imperio mexicano debería pagar todos los gastos desde el momento de su salida de Europa, lo que quiere decir que el apoyo militar francés a los conservadores para que estableciesen su sistema monárquico en México, tenía que ser cubierto con excesivos intereses por este país, hecho que afectaría extraordinariamente la rehabilitación económica de nuestra nación3.
Traigo al presente esta pequeña parte de nuestra historia (muy resumida) porque cuando veo la pintura donde aparecen Maximiliano de Habsburgo por un lado y el grupo de “notables” del Partido Conservador por el otro, no puedo dejar de pensar que en estos tiempos modernos aún hay personajes equivalentes a esos “notables” que han acudido, a lo largo de este sexenio, a organismos internacionales, a naciones extranjeras y a la corona española para “acusar” a la “dictadura” que se instaló en México a partir del proceso democrático del 1 de julio del 2018 con el voto de más de 30 millones de mexicanos que obtuvo la coalición ganadora y “dictatorialmente” gobernante con el 53.19% del padrón electoral. Para mayor exactitud, el número de votantes para esa coalición fue de 30,113,483 (treinta millones ciento trece mil cuatrocientos ochenta y tres) ciudadanos que votaron en aquel proceso democrático por el gobierno que actualmente nos representa ante el mundo y reconocido también mundialmente, y que ante la apabullante asistencia de los ciudadanos a la convocatoria sexenal, al Instituto Nacional Electoral (INE) no le quedó de otra más que reconocer el triunfo del Licenciado Andrés Manuel López Obrador y no hubo manera de manipular el sentir y la decisión del pueblo: una elección libre en la República Mexicana.
Como se mencionó, ejemplos tenemos varios de los “notables” que han viajado allende las fronteras, desde empresarios, presidentes de la Coparmex, diputados, senadores, hasta la ¡CANDIDATA DE LA OPOSICIÓN salen de nuestra nación buscando la intervención de países, organismos o ciudadanos extranjeros en la vida y los procesos internos del país!
Hace unos días dicha candidata opositora viajó al otro lado de la frontera norte y tuvo una estadía de seis días en Estados Unidos en los que aprovechó para reunirse con diferentes organismos. Acudió a la sede del Consejo de las Américas, su antecesor el Grupo Empresarial para América Latina que fundó Rockefeller, organización empresarial identificada y vinculada con el libre comercio que promueve “los mercados abiertos para las Américas”. Estuvo también en el Wilson Center y se entrevistó con los principales medios como el Wall Street Journal, el New York Times, The Washington Post, con congresistas y autoridades de Estados Unidos, además de reunirse con el Secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA) y con el Departamento de Estado entre otros … nada más y nada menos.
¿Y a qué fue la señora candidata? ¿Por qué fueron sus eventos a puerta cerrada? ¿Qué tenía que ir a ofrecer o porqué la urgencia de realizar esta visita y estas entrevistas y reuniones allá? Ahora nos ha quedado claro que en esta ocasión no acudió a ofrecer su patria y su nación para instaurar una monarquía, no. Fue a prometer devolver a las empresas extranjeras la energía eléctrica, prometerles la potestad sobre el litio, la entrega de nuestros recursos, si se puede entregar nuestra tierra y a solicitar la intervención de las autoridades norteamericanas para que vigilen, tengan injerencia, revisen, observen y si se puede y nos dejamos, avalen el proceso electoral que tendremos próximamente, y para que Estados Unidos intervenga en las políticas internas que única, exclusiva y solamente le competen al pueblo, a las instituciones y al gobierno de México, a NUESTRO PAÍS, QUE ES UN PAÍS IN-DE-PEN-DIEN-TE.
Han pasado ciento sesenta y un años desde aquel momento en que los conservadores fueron a buscar a Maximiliano de Habsburgo al Castillo de Miramar para ofrecerle a un extranjero los destinos de la nación y hoy como hace ciento sesenta y un años, esos conservadores no han cambiado nada, prefieren buscar la intervención extranjera, entregar los recursos y estar bajo el yugo de un gobierno extranjero, que a ver la forma de buscar un mejor destino para su patria, para su nación, para su país. No avanzan y desean fervientemente tener una monarquía a la cual puedan rendirle pleitesía, hincarse ante ellos, entregarles todo en aras de su desmedida ambición, creyéndose parte de esa monarquía sin lograr ver que lo único que son, unos apátridas, traidores vendepatrias.
Por eso recordamos, quien no quiere a su patria, no quiere a su madre… y tampoco tiene (madre).
Disgregando
1.-
Ahora la oposición moralmente derrotada, totalmente desquiciada y perramente envilecida, además de rancia y conservadora dice que las Propuestas de Iniciativas para las Reformas a la Constitución enviadas por el presidente son un distractor. Así la importancia que la derecha, la oposición le da al pueblo, no lo ven, no lo escucha y ni les importa. No ven el proyecto de Nación Soberana, no ven que las propuestas quieren regresarle a la Constitución su carácter social, para ellos sus proyectos son trasnacionales, de saqueo y de preferencia de entrega a extranjeros. Ahí está el Poder Judicial con la decisión tomada: prefirieron tirar la Reforma Eléctrica que aprobó el legislativo con el derecho que la Carta Magna le otorga, regresándole la preferencia a las empresas extranjeras, pasando aún sobre la Constitución y violando la soberanía y la División de Poderes.
No velan por los intereses, ni por la justicia ni los derechos de la nación. No les importa la investidura ni a su cargo.
2.-
Lo dicho, el presidente entregó el pasado 2 de enero su escrito para su próximo libro titulado ¡Gracias! Disponible a partir de la próxima semana. Ya estoy lista para adquirirlo y dármelo de regalo.
Referencias
1 Nueva Historia General de México. El Colegio de México. El Segundo Imperio, 1863-1867 Página 469
2 Historia de México, tomo 9. Salvat Mexicana de Ediciones, S.A. de C.V. Páginas 2066-2067
3 Historia de México, tomo 9. Salvat Mexicana de Ediciones, S.A. de C.V. Páginas 2069
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