Pareciera que vivimos en tres Méxicos. Uno habitado por la gente que reconoce el trabajo de AMLO y la 4T. Así como los que no solo, están inconformes, sino que detestan lo hecho por el actual gobierno, y reproducen discursos de odio hacia el actual mandatario y su gobierno. Y los que lo aman de forma incondicional. AMLO provoca intensidad. Luego están los que casi no opinan y que probablemente no votaran. Los que estamos a favor pensamos que los otros están mal informados. Ellos parece que piensan lo mismo de nosotros. Y en una historia en donde se han armado lo que parecen ya cerca de las elecciones tres bloques: los que están a favor del actual gobierno y lo defienden a capa y espada, y los que están en contra y lo acusan de todos los males actuales del país. También están los que se abstienen de discursos de enojo y decepcionados de unos y de otros manifiestan que todos son iguales.
Lo que me causa extrañeza es que los de clase media, parece que no están tan mal. Nadie se metió con sus pensiones (como decían que sucedería) Los de clase alta siguen excelente. Sus empresas siguen sobre todo los medianos con viento a favor (el gobierno no los ha gravado más) El asunto fuerte es la inseguridad que sigue privando en algunos estados donde el narco sigue con sus cobros de derecho de piso, que han hecho ley. Por supuesto no de ahora; sino hace por lo menos ya alrededor de 12 años. Los bienes inmobiliarios de los ricos continúan a la alza. La gran mayoría de los grandes empresarios siguen sin pagar impuestos y solo despotrican. Siguen sus viajes, su gran vida. Por lo que quisiera saber a profundidad ¿de qué se quejan? De que subió el salario mínimo (un 20 %) no mucho más y probablemente que tienen que subir el salario de un eterno trabajador, rebasado siempre por la inflación. Las cadenas comerciales suben los precios y siguen con sus ganancias. ¿Cuál es la queja?
El peso se ha mantenido en un precio decoroso junto al dólar y el euro. La gasolina también prácticamente se ha mantenido y no ha subido de manera onerosa. Los programas sociales no solo se han mantenido, si no que han aumentado en montos de los apoyos y se han federalizado. Es decir que llegan a cualquier compatriota con 65 años que viva en cualquier rincón de este país tan pobre: pero no por falta de riquezas naturales, o por falta de iniciativa de su pueblo, que es tan trabajador que lleva toda una vida auto empleándose (pues es escaso el empleo formal) si no por la enorme voracidad de sus gobernantes. Que han visto al gobierno, como un trampolín para llegar al poder económico y licitaciones amañadas que parecían no fin. Mal que quizá habría que esperar unos 50 años para erradicar. Para eso se necesita que el ciudadano ejerza sus derechos y exija una y otra vez. Lo que apenas hoy se siente como un respiro con la 4T y sus gobiernos. Todavía desgraciadamente aquejados de este mal endémico de la corrupción en cada una de las áreas de gobierno.
Se construyó un aeropuerto en un lugar lejano para los que vivimos en la Cdmx, pero cercano para los que viven en el Estado de México. El otro Aeropuerto que se tenía contemplado en Texcoco también estaba muy lejos y construido sobre un subsuelo pantanoso, en el que además las licitaciones amañadas y de costos inflados, eran una especie de intrincada estructura de compadrazgos de los mismos de siempre. Los que están furiosos porque se les han quitado sus privilegios. Empresarios cuya mafia con los expresidentes a los que se les quitaron sus millonarias pensiones, ya no saben como desquitarse…
Las razones son equivocadas porque no son las que se dirigen a buscar la mejora de nuestro país, que es lo que busca el actual mandatario que ha recorrido nuestro país y que sabe a ciencia cierta de las grandes carencias y destrucción a manos de un grupo de canallas que se dedicaron a la política con la única intención de hacerse inmensamente ricos.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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