Desde finales del mes de diciembre del año pasado, se comenzó a orquestar una campaña de psicosis y miedo entre la población de Villahermosa, Tabasco, ante presuntos actos delictivos, los cuales fueron magnificados y hasta inventados, todo con fines electorales.
Entre los señalados de dirigir tal operación contra la 4T, están Lorena Beaurregard, aspirante a gobernadora de Tabasco por el PAN y Roberto Madrazo, viejo operador priista y representante del viejo régimen neoliberal.
Afortunadamente para la democracia, tales estrategias no funcionaron debido a la rápida acción del Gobierno de México, de Carlos Manuel Merino, gobernador de la entidad y la llegada de hasta 2 mil 500 elementos federales.
En una encuesta reciente de Metrics MX, para SDPNoticias, se muestra que Beaurregard se mantiene muy abajo en las preferencias electorales, con apenas un 3.9 por ciento de las preferencias electorales, quedando atrás de los precandidatos de Movimiento Ciudadano y el PRD.
Las opciones “No sé” y “No votaría” incluso ya superan la escasa popularidad de la panista, que permanece 65.9 puntos abajo de Javier May, ex titular de Fonatur y que ahora defiende a la 4T en la entidad donde nació el Presidente López Obrador.
Algunos incluso se han sorprendido por la existencia de una abanderada de Acción Nacional y cuestionan si es verdad que el blanquiazul tiene presencia en Tabasco, a lo que explican que no cuenta con registro local debido a su baja popularidad.
Ante el desolador panorama que vive la derecha en Tabasco, para alunos no es de extrañar que se haya recurrido a una campaña de miedo para tratar de desestabilizar una de los bastiones que la 4T mantiene.
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