“… IMSS Bienestar se convierte en el sistema de atención médica público más grande del planeta; es un reto que sólo hubiera podido ocurrir en un gobierno transformador como es el gobierno del presidente López Obrador”.
Zoé Robledo Aburto. director general del Instituto Mexicano del Seguro Social. Conferencia Matutina. 10 de octubre de 2023. https://youtu.be/JM1lgf3myEE
En cinco años el gobierno de la 4T está muy cerca de darle la vuelta a la privatización de los deficientes servicios públicos de salud que, durante los seis sexenios anteriores, impulsaron tenazmente los neoliberales. Efectivamente, durante casi cuarenta años en México la atención a la salud de la mayoría de la población fue sinónimo de incompetencia, corrupción, maltrato, desabasto y no en pocas ocasiones implicaba gastos sin capacidad de ser solventados por el enfermo.
Recordemos la política mediante la cual la Federación dispersaba recursos a las entidades federativas supuestamente “etiquetados” que resultaban en una “caja chica” mediante la cual los gobiernos locales satisfacían necesidades o requerimientos no siempre relacionados con el tema de la atención a la salud de la población. A esto sumemos las multimillonarias cantidades destinadas al supuesto abasto de medicamentos1, monopolizado por tan solo diez empresas comercializadoras, adquiridos a precios y condiciones fijadas por las partes que se beneficiaban del desmesurado negocio.
No omito recordar las inversiones multimillonarias hechas a sobreprecios para la construcción de hospitales, muchos de los cuales al menos 30, dejaron inconclusos gobiernos anteriores; la renta a privados de infraestructura, instalaciones quirúrgicas, equipo médico, además de ambulancias, camillas, sillas de ruedas, etc., a partir de contratos pactados con onerosos costos para el erario.
Recordemos la negociación que hoy lleva a cabo el gobierno actual con las empresas que le rentan hospitales y clínicas, en distintos estados, con el fin de adquirirlos pues le resulta más conveniente a las finanzas federales que seguir pagando rentas. Cabe mencionar que dichas instalaciones fueron construidas con recursos públicos y luego entregadas a empresarios privados en condiciones totalmente desventajosas para la nación.
Pero afortunadamente ese panorama ha comenzado a cambiar. Luego de un proceso de meses, el martes 10 de octubre, 21 gobernadores, y representantes de dos más, suscribieron con el presidente López Obrador el denominado histórico Acuerdo Nacional para la Federalización del Sistema de Salud para el Bienestar, el cual como se afirmó garantizará a 53.2 millones de mexicanos el derecho a recibir atención médica gratuita y de calidad.
Dicho convenio beneficiará al 80% de los mexicanos que no cuenta con seguridad social. Para lograr lo anterior se están transfiriendo 707 hospitales y 13 mil 966 centros de salud a la red IMSS Bienestar, de acuerdo con la información proporcionada en la Conferencia matutina del Martes de la salud. Sin embargo, resulta lamentable que la población que habita en los nueve estados cuyos gobiernos del PAN, MC y PRI no esté incluida, ante la imposición de los intereses personales o de grupo ligados a las autoridades locales para no ser también beneficiarios del modelo de salud en desarrollo.
AMLO destacó el acuerdo suscrito y lo calificó como trascendente porque llegamos a un acuerdo entre todas y todos con el propósito de mejorar todo el sistema de salud pública. (…) Es un ideal bellísimo, es una utopía muy bella, muy humana, pues, aunque esté difícil el camino, ir hacia ese ideal, en busca de ese ideal, nos fortalece moralmente, es gratificante y, aunque se aleje, hay que seguirlo buscando, hay que seguir caminando.
El modelo de atención de salud para el Bienestar comprende desde la habilitación de hospitales y clínicas, su equipamiento, mantenimiento o remodelación, en su caso, para disponer de más quirófanos, áreas de cuidados intensivos y consultorios; hasta la basificación y mejoramiento de las condiciones laborales del personal, entendiendo como tal a médicos, enfermeras, camilleros, técnicos, auxiliares, de limpieza, etc. Pero también se incluye el suministro oportuno de medicamentos mismos que cubren necesidades más allá del llamado “cuadro básico”, así como iniciativas enfocadas al desarrollo infantil temprano, a la salud mental y a la prevención de enfermedades crónico-degenerativas.
AMLO ha reiterado que el Plan de Salud IMSS Bienestar funcionará al 100 por ciento en marzo del 2024, para lo cual aseguró que el presupuesto con este propósito será ilimitado… Estamos ya avanzando para tener este sistema de salud pública de primera y como lo merecen todos los mexicanos. (…) La salud no es un privilegio, es un derecho de nuestro pueblo… y reafirmó… Que el que se enferme, independientemente de su condición económica-social, pueda curarse; llegar a un hospital y ser atendido, que le ayuden en su enfermedad y que tenga sus medicamentos y, si los necesita de por vida, que no le falten”.
Un sueño acariciado a partir de lo que esta Cuarta Transformación ha mostrado y demostrado ser capaz de realizar. Aquella promesa incluida en los cien compromisos va en camino de hacerse realidad y no ocurrió antes debido a la pandemia del Covid-19. El fundamento del artículo 4º. constitucional pasará a ser efectivamente un derecho cuando los mexicanos sin ningún servicio de salud accedan al IMSS Bienestar. Esto ocurrirá gradualmente hasta estar completamente disponible con las características proyectadas a partir del segundo trimestre del ya próximo 2024. Otro más de los múltiples logros alcanzados por la transformación que afortunadamente nos tocó vivir.
1Para tener mayor idea del negocio realizado, por los gobiernos prianistas, con medicinas, médicos y hospitales, me permito recomendar la lectura del libro El saqueo corporativo escrito por Raúl Olmos, editorial Aguilar. México 2020. El autor dedica dos capítulos a abordar el tema de los sobornos en hospitales y a los intereses corporativos en la salud pública en México. En el capítulo I Sobornos en hospitales. Historias de corrupción en el sector salud. Pp. 19-38, el autor refiere con detalle los diversos ámbitos de la corrupción de la que eran participes compañías farmacéuticas, autoridades, médicos y hospitales durante los gobiernos del prianato.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
Comentarios