“… Estamos demostrando que es viable, sí funciona el Humanismo Mexicano, la Economía Moral y es viable aplicar una política que busque la modernidad, pero forjada desde abajo y para todos…”.
Presidente Andrés Manuel López Obrador. 1 de diciembre de 2023. https://youtu.be/w6JrzhXHwHs
Se cumplieron cinco años de la llegada del presidente López Obrador. En estos años el gobierno de la Cuarta Transformación enfrentó la peor pandemia jamás ocurrida en el mundo la cual requirió, a lo largo de poco más de dos años, de la atención prioritaria y la conjunción de todos los recursos disponibles. Aun así, los logros alcanzados comprenden múltiples ámbitos de la vida nacional.
Los hechos llevados a cabo van más allá de los aspectos económicos, políticos y sociales. Es decir, hay también una amplia diversidad de resultados inmateriales, como los relacionados con la recuperación de valores y principios, otros de gran simbología vinculados a la historia y la cultura nacionales. Sin faltar por supuesto la llamada revolución de las conciencias.
En el repaso a lo ocurrido en estos años del gobierno de López Obrador debemos incluir ambas áreas de resultados y logros pues todos ellos conforman una unidad bien estructurada, no improvisada, sino estratégicamente concebida por un líder que, desde años, antes de llegar a la presidencia, contaba con una clara visión de lo que debía hacerse para cambiar el régimen predominante por casi 40 años en nuestro país.
En sus diversas obras López Obrador reflexionó acerca de la realidad nacional y propuso un proyecto de nación contrario al neoliberalismo predominante que condujera a una transformación. Esto lo podemos confirmar si revisamos, por citar solo algunos de sus libros, Un proyecto alternativo de nación: hacia un cambio verdadero, 2004; Neoporfirismo, hoy como ayer, 2014; La Salida. Decadencia y renacimiento de México, 2017 y Hacia una economía moral, 2019.
El renacimiento de México debía comprender cambios en todos los niveles de la vida nacional. Estos debían … recuperar democráticamente al Estado y convertirlo en el promotor del desarrollo político, económico y social del país… el Estado no puede eludir su responsabilidad… su razón de ser es garantizar a todos los ciudadanos una vida digna y justa, con seguridad y bienestar, y su función básica es evitar que los pocos que tienen mucho se aprovechen y abusen de los muchos que tienen poco… el rescate del Estado debe llevarse a cabo de manera pacífica, legal y democrática…
La recuperación del Estado tendría que modificar la obsesión tecnocrática de medirlo todo en función del crecimiento. Para AMLO el bienestar material incluye el bienestar del alma; la vigencia del Estado de Derecho debe complementarse con la nueva ética social… Nuestra concepción en política económica implica comprender que lo fundamental es el bienestar en sentido amplio, no el simple crecimiento.
A los ideales del presidente relacionados con el fortalecimiento de la democracia, la reducción de la pobreza y la desigualdad, así como la erradicación de la corrupción debemos incluir la urgente necesidad de recuperar valores morales y principios como la honestidad, la solidaridad, la ética, la moral, el amor a la familia y al prójimo, a la naturaleza, a la patria que el neoliberalismo intentó desaparecer de la esencia del mexicano, pero que no logró del todo.
La honestidad es un valor de nuestra población. Nuestro pueblo es decente. “Se requiere simplemente, de hacer política, para aprovechar las bondades de esta virtud, exaltarla entre todos para hacer voluntad colectiva y, en consecuencia, sinónimo de buen gobierno … Por ello digo que la honestidad es una virtud que forma parte del patrimonio moral del pueblo mexicano, solo se requiere darle su lugar, ponerla en el centro del debate público y aplicarla como principio básico para la regeneración nacional… Apuntaba con acierto López Obrador.
La revalorización de la historia nacional ha contado con espacios estelares en estos años de la Cuarta Transformación. López Obrador incluye en su discurso cotidiano a través de las mañaneras, los eventos públicos o visitas al interior del país, constantes referencias a la historia y cultura mexicanas. Ha pasado de homenajear a los “tradicionales” héroes nacionales para convertirlos en verdaderas referencias vivas y trascendentes en nuestro presente.
AMLO se ha dicho inspirado en lo mejor de nuestra historia … en dos curas, dos sacerdotes que lucharon por la independencia, Hidalgo y Morelos, por el mejor presidente que ha habido en México, un indígena zapoteco, Benito Juárez García; y en Francisco I. Madero, apóstol de la democracia.
Enaltecer el valor de nuestras culturas milenarias ha dejado de ser folclore para convertirse en verdadero reconocimiento. Hoy se hace justicia en cuerpo y alma a sus descendientes más directos. Ahí tenemos los casos de los diversos programas a través de los cuales se ha dado disculpas y se hace justicia a los pueblos mayo, yaqui y seri. Asimismo, se recupera la memoria y la grandeza de la cultura maya mediante el proyecto integral del Tren Maya, el cual incluye turismo, ecología, recuperación de las zonas arqueológicas.
…queremos fortalecer nuestro pasado, nuestra identidad cultural. El que no sabe de dónde viene difícilmente va a saber hacia dónde va. Y nosotros tenemos que sentirnos orgullosos de nuestro pasado porque cuando nos invadieron los europeos, como sucede en todas las invasiones, utilizaron como excusa, como pretexto, que venían a civilizarnos, cuando ya en México habían florecido grandes culturas, grandes civilizaciones en lo que hoy es nuestro país… tenemos que fortalecer ese pasado, nuestra identidad, no sólo por la grandeza cultural… estamos hablando de miles de años de civilización.
En estos años del triunfo del pueblo también estamos transitando por un proceso de cambio de mentalidad. AMLO refiere constantemente la politización lograda por el pueblo misma que favorece su participación en los asuntos de la vida pública. Por eso hablo de la revolución de las conciencias, eso es lo más importante de todo y en ese sentido México está a la vanguardia en el mundo. El pueblo de México es de los más politizados del mundo y esto se ha logrado en los últimos tiempos.
Hoy la mayoría de la población está informada de las realidades políticas y mantiene una vigilancia constante sobre el quehacer gubernamental e institucional. Este cambio trascendente está siendo conducido a una forma superior del ejercicio del poder: la democracia participativa.
A cinco años de la victoria del pueblo resulta muy ilustrativa la reflexión acerca de la amplitud de los alcances logrados en estos años. Aunque la reacción insista en que el “país es un desastre”, la mayoría de la población esta consciente de que la realidad es otra, a esa perspectiva han contribuido los logros “intangibles”. La identificación con AMLO está demostrada con los altos índices de credibilidad sostenidos aún a menos de diez meses de concluir su mandato.
La mayoría de los mexicanos estamos convencidos de que el triunfo de la ciudadanía continuará con el cambio en el año 2024.
Hacemos comunicación al servicio de la Nación y si así no lo hiciéramos, que el chat nos lo demande.
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